El desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías ha generado cambios significativos en el comportamiento de la sociedad, no solo a nivel económico sino también a nivel científico, cultural y político; lo que sin duda, demanda de manera urgente que los miembros de esta sociedad de la información pasen de ser simples consumidores a ser verdaderos receptores de la información que conlleve a la apropiación de conocimientos que les permita interactuar con el resto del mundo de forma equitativa y con las mismas posibilidades; caso contrario, el desequilibrio que hoy por hoy existe seguirá dando como resultado el dominio de las culturas dominantes sobre culturas dominadas.
Es interesante analizar como este desequilibrio hace que la denominada mundializacion o deslocalizacion a través de una manifiesta interdependencia cultural en la que lamentablemente la influencia de unas sobre otras no es uniforme lleve en muchos casos a procesos de perdida de identidad. De ahí, la necesidad que este mundo de información pueda ser entendido correctamente bajo una concepción real de nuestras limitaciones y fortalezas permitiéndonos apoderarnos de las ventajas que este nuevo sistema de sociedad nos ofrece alcanzando a dinamizarlo no solo económica sino y sobretodo socialmente.
Y es precisamente bajo este contexto donde la educación toma peso como la forma coherente para que los fines antes mencionados de igualdad de oportunidades sean una realidad, y se respondan así a la necesidad latente de que la sociedad de la información evolucione a una sociedad del aprendizaje. De ahí, la responsabilidad de preparar eficientemente a los miembros del sistema educativo para que puedan cumplir a cabalidad tan noble función.
Así, será imperante que los docentes aceptemos el reto de forma positiva, motivados a que cada día se convierta en el mejor momento para orientar la adquisición de conocimientos de nuestros educandos, no permitiendo que estos se pierdan en el bagaje inmenso de información; o lo que es peor, pierdan su identidad o fijen su mirada en aquello que no es relevante, ayudándolos a comprender que mas que informaciones es necesario que se cree conocimiento.
Todo ello, demanda sin duda de nuevos requerimientos y exige modificaciones en el quehacer educativo que permitan convertirse a la educación en la puerta de entrada a la nueva sociedad.
El reto esta ahí, es necesario tomarlo, entenderlo, prepararlo y hacerlo.
Marzo 2011.
En este sentido es que se presenta como imperante la asunción del desconocimiento y las limitaciones personales al respecto para poder avenzar y acercarse a esta nueva sociedad exitosamente.
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